Amor Vs Necesidad (Parte I)

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¿Sabemos diferenciar elegir a nuestra pareja desde el amor frente a la necesidad? ¿Sabrías reconocer desde qué lugar estas escogiendo? Cuando empiezas una relación, ¿ buscas una pareja con la cuál compartir o en cambio buscas alguien que “llene tu vacío”?

 

Hemos pasado de un extremo a otro en cuestión de relaciones. O se evita/huye del mix de emociones y sentimientos a forzar “compromisos” evocados al fracaso.

 

Debemos aprender a ser honestxs y dejar de cubrir nuestras carencias emocionales con quién tenemos enfrente. Una y otra vez se puede observar en las relaciones de pareja como se crea un vínculo desde la carencia y la necesidad. Esto suele ocurrir por no hacer un trabajo personal de introspección. Por no dejar de mirar la relación con mamá y papá. Por ser niñxs heridxs con disfraz de adultx.

 

Nosotroxs mismxs somos responsables de cómo y desde dónde elegimos a nuestra pareja. Lo fructífero es elegir desde el amor y no la necesidad  creada en los primeros años de vida. Años en los cuales se crean un estilo de apego con mamá y papá. Si este estilo de apego no es seguro ni adecuado acabaremos proyectando todas las carencias y necesidades en las futuras relaciones de pareja.

 

Nuestra primera relación de amor es con papá y mamá, ¿te has parado a reflexionar cómo nos puede afectar en nuestro futuro emocional y afectivo?. Todo lo que aprendemos, recibimos y observamos más lo que no, nos construye. Esto no quiere decir que no se pueda transformar hacia un camino más sano. La clave es ser conscientes de nuestro pasado. Adaptando, transformando, reprogramando y reaprendiendo aquello que nos hará libres de las heridas de la infancia y adolescencia.

 

No podemos pretender meter una figura circular en el espacio del cuadrado.

No podemos querer cambiar a quien elegimos por la idealización de pareja que queremos.

No podemos pedir aquello que no nos pueden dar.

No podemos hacer responsable a la pareja de aquello que pasó con papá y mamá.

Amor Romántico (1º parte)

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El amor romántico es aquel concepto de amor que nos han vendido e inculcado. El cuál está repleto de mitos y falsas creencias.  A lo largo de los tiempos hemos podido comprobar cómo ha podido afectar negativamente dichas creencias en las relaciones de pareja, además en nuestra manera de ver el amor. En su mayoría ha sido la base de creación de relaciones de dependencia y abandono de la propia autonomía personal.

 

A continuación os dejo los principales mitos sobre el amor romántico definidos por Yela (2000),:

 

   - Mito de la media naranja: es la creencia de que hemos elegido la pareja que teníamos predestinada de alguna forma, y que ha sido la única o la mejor elección posible.

    -  Mito de la exclusividad: creencia de que el amor romántico sólo puede sentirse por una única persona (al mismo tiempo).

    -  Mito del matrimonio o convivencia: creencia de que el amor romántico-pasional debe conducir a la unión estable de la pareja, y constituirse en la única base del matrimonio (o de la convivencia en pareja).                    

      -  Mito de la omnipotencia: creencia de que “el amor lo puede todo” y, por tanto, si hay verdadero amor no deben influir decisivamente los obstáculos externos o internos sobre la pareja.

    -  Mito de la perdurabilidad (o de la pasión eterna): creencia de que el amor romántico y pasional de los primeros meses puede y debe perdurar tras miles de días de convivencia.

    -  Mito de la fidelidad: creencia de que todos los deseos pasionales, románticos y eróticos, deben satisfacerse exclusivamente con una única persona.  Es decir, no poder ver pornografía, leer novela erótica o fantasear. Incluso no ser aceptable las relaciones fuera de la monogamía convencional.

    -  Mito del libre albedrío: creer que nuestros sentimientos amorosos son absolutamente íntimos y no están influidos por factores sociobiológico-culturales ajenos a nuestra voluntad y conciencia.

    -  Mito de la equivalencia: creencia de que “amor” y “enamoramiento” son equivalentes, y por tanto, que si uno deja de estar apasionadamente enamorado es que ya no ama a su pareja.

    -  Mito del emparejamiento: creencia de que la pareja es algo natural y universal, por lo que en todas las épocas y culturas el ser humano ha tendido por naturaleza a emparejarse.  Si no estás en pareja es porque no estás en el camino adecuado.

    -  Mito de los celos: creencia de que los celos son un signo de amor e incluso requisito indispensable del “verdadero amor”.

Dicho esto no quiere decir que si vives con estos mitos no se puede hacer nada al respecto. Lo ideal es reconocer y aceptar cómo te están afectando o influyendo en tus vivencias afectivas. A partir de ahí trabajar en redefinir el concepto de amor y de relaciones afectivas. Si se quiere puede haber una transformación hacia un camino más sano, agradable y de fluidez con libertad y no opresión

Una clave en las relaciones de pareja

Una relación de pareja debe tener en cuenta unos aspectos básicos como son la comunicación, el respeto, la negociación, la aceptación de diferencias y las responsabilidades compartidas.  Pero se nos suele olvidar una de las más importantes, el espacio individual de cada miembro. Su propia historia, camino y vida como ser individual. Muchas veces las parejas cometen el error en caer en la creencia o el mito de ser ‘UNX’ como pareja. ERROR!! Esto traerá mas conflictos y problemas a la pareja, creará situaciones mas complicadas en vez de fáciles. Respetar el espacio vital de cada unx es uno de los aspectos más importantes dentro de una relación de pareja sana. Compartir más allá de la exclusividad de la pareja es una clave.

Somos seres sociables y necesitamos el contacto con otras personas; hablar con tus amigxs, ver un partido de fútbol mientras te bebes una cerveza, irte de compras con tus amigxs, salir de fiesta con tus compañerxs de trabajo…

No importa si no se comparten o se tienen los mismos gustos u hobbies. No pasa nada si no se hace todas las actividades del día a día juntxs. Lo que importa es encontrar un equilibrio y construir otro camino entre lxs dos. Con nuevos proyectos y nuevas actividades u hobbies. Crear el camino de vuestra relación de pareja.

 

 

‘Una relación de pareja es un equipo de 3. Tú camino, su camino y vuestro camino’

CUANDO EL CEPILLO DE DIENTES ENTRA POR LA PUERTA, EL AMOR SALE POR LA VENTANA.

Sensación de que todo ES y SERÁ perfecto. Pensamientos de YA es el momento. Suenan campanas en el mundo idílico, solo estáis vosotros. Quizás la mascota de alguno de los dos también se apunte a la aventura.

Paquetes, cajas y maletas. Dejar atrás una historia, una etapa para comenzar otra nueva. Encaminarte hacia otra estancia y no a solas. Camino cargado con vuestras mejores ideas, sueños, energías y expectativas. Dejáis atrás viejos recuerdos haciendo hueco a los nuevos.

Motivación, ilusión y ganas son los recursos que cargáis en vuestros macutos para la nueva etapa vital.

Abandonáis el piso de solteros, de compañeros desconocidos o incluso, la casa de vuestros padres para ir a vuestro “nido de amor”. O quizás salís de otro. O ya vivíais solos.

Novatos o expertos en convivencia se mezclan en cuatro paredes llenas de pasión. Paredes que se pintan con vuestros mejores propósitos.

Pasan los días, las semanas y los meses y de repente sin saber porqué, nacen los conflictos y las discusiones. Desacuerdos y no tan acuerdos. Problemas por quién hace más o menos tareas en casa, quién es el ordenado o desordenado. Quién manda o quién es arrastrado por la pasividad de no hacer nada, y así, una larga lista que cada pareja podrá continuar con sus propias experiencias y vivencias.

¿Se fue el amor? No. Pero si se cometió un ‘error’. ¿Quién de vosotros antes de irse a vivir con su pareja plantea o expone como es en casa? ¿Cuáles son vuestras leyes o normas no escritas a la hora de vivir en casa? Fuera del romanticismo y el mundo perfecto de los enamorados hay que ser realistas y la mayoría de las parejas se lanzan a la aventura de convivir a ciegas. Sin saber como es la otra persona en su propio “habitat”.

Se ahorrarían muchos conflictos, problemas y discusiones si diéramos el primer paso, HABLAR SOBRE LA FUTURA CONVIVENCIA; Qué nos gusta y nos disgusta, cómo suele ser nuestra rutina en casa, nuestras propias leyes o normas no escritas, etc. La finalidad es poder tener una convivencia con más armonía y menos problemas.

Tampoco quiere decir que todas las parejas pasen por esto pero sí la mayoría. Unas se hacen mas fuertes porque aprenden a gestionar y complementarse como pareja. En cambio otras entran en la guerra de ‘quién puede más’ y en vez de formar equipo y crecer siguen la dinámica de competir y luchar.

 

Porque cuando el cepillo de dientes entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Y para que éste amor no se lance al vacío hay que cuidarlo, comprometerse y sobretodo, negociar y llegar a acuerdos que sean beneficiosos para ambos.