Enamoramiento. ¿Qué ocurre en esta fase del amor?

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•       Por qué nos enamoramos y por qué a veces, aunque queramos, no lo conseguimos?

Aunque sea en alguna medida privarle del componente "mágico" con el que lo dotamos, el enamoramiento es, también y significativamente, una fase química cerebral. Investigadores de la University College de Londres captaron imágenes de cerebros enamorados en las cuáles se podían ver, no solo descargas neuronales y activación de ciertas partes del cerebro, como el córtex anterior cingulado - las drogas sintéticas también activan esta área produciendo la euforia, ¿amor como droga?- sino la inactivación de ciertas áreas del lóbulo frontal responsables de los juicios y  la valoración sobre las personas. Este es el fundamento científico de la cita, tan asumida, ‘el amor es ciego’. Sin embargo esta ceguera oscila entre los seis meses y los dos años aproximadamente, dependiendo de la persona y, por supuesto, de los acontecimientos transcurridos durante ese periodo de tiempo. Además hay que sumar la activación hormonal que se provoca: la feniletilamina, relacionada directamente con la fase de enamoramiento; la dopamina, causante de las sensaciones de deseo e impulsa a repetir lo que nos ha producido placer; la oxitocina y norepinefrina, que activan el deseo sexual; sumariamente, podemos decir que en conjunto activan los neurotransmisores que intervienen en la primera etapa del amor, el enamoramiento. ¿Sabías cómo se produce el aumento de segregación de oxitocina? Con abrazos, besos, caricias y orgasmos, claro. De ahí que se diga que los enamorados y enamoradas están continuamente “pegados”, que es un elemento central de su vida. El baile de feromonas influye en la atracción de los amantes. ¿Pero por qué se producen estos fenómenos cerebrales?

Se dice que los hombres comienzan un idilio por una atracción visual, las mujeres por la vía auditiva y ambos coindicen en el olfato. Evidentemente no son los únicos elementos que influyen a la hora de enamorarse, no sólo es "química" (a pesar de la frase que hemos oído tantas veces de "había (o no) química": ya que también cabe mencionar la compatibilidad de valores y filosofía de vida, o no, el encaje con una manera propia de concebir la existencia. A lo largo de los tiempos se ha visto como personas de ‘polos opuestos’ se atraen. En la fase del enamoramiento “todo vale”, aunque una vez se haya transitado hacia el amor maduro habrá otras variables que influyan para consolidar de manera estable la relación afectiva. Y es en ese momento dónde se comprobará si son relaciones afectivas fructíferas o no: si las dos partes "ganan".

Cabe destacar que el amor surge en nuestras vidas y no siempre aparece cuando lo buscamos, aunque una actitud receptiva desde luego colabora. No podemos constreñir la química de nuestro organismo pero sí ayudarle.

Como dijo Carl G. Jung : “ El encuentro de dos personas es como el contacto de dos sustancias químicas: si hay alguna reacción, ambas se transforman”.

 

•       Si alguien no se enamora de nosotros, es culpa nuestra, o pueden influir otras circunstancias suyas personales, el momento, etc.?

Si no hay química, no hay enamoramiento (aunque no basta la química). En primera instancia no se trata de culpa sino de un proceso biológico, acompañado de cuestiones culturales. No podemos forzar la ‘máquina’ en trabajos que no puede afrontar. No olvidemos tampoco que hay momentos vitales en los que los cuáles hay tanto desapego de nuestro propio cuerpo –emociones y sentimientos- como del entorno. En esa tesitura de atonía vital es poco probable que salte la ’chispa del amor’.

Tendemos, de otra parte, a obcecarnos con una sola persona obviando otras oportunidades que nos ofrece la vida. ¿Por qué perder el tiempo en alguien que no muestra interés en nosotras? En el amor hay que estar y salir mejor de lo que entramos.

Joan Garriga dice: La vida es una danza de ganancias y pérdidas. Fracaso o éxito depende de la medida con la que evaluemos las cosas.

 

•       En una pareja, a veces uno tarda más que otro en enamorarse. Cuánto sería razonable esperar? Podemos hacer algo para que el otro se enamore?

No se trata de tiempos sino de procesos de reconocimiento afectivos. En ocasiones las personas dudan de sus propios sentimientos, o les cuesta identificar, a la hora de consolidar una relación afectiva, si es amor o simplemente atracción desde el deseo sexual (es decir, meramente amantes de sábanas).

Respecto a la segunda pregunta y retomando parte de la respuesta de la anterior, si no hay química (en el complejo sentido que le hemos dado a este término, que por supuesto no se reduce a "lo físico"), no hay enamoramiento, por lo tanto no podemos obligar a las personas a que se enamoren de nosotras. Se podría decir que surge o no. Consecuentemente no hay que esperar si no hay indicios afectivos en este sentido de la otra persona en un plazo razonable. Debemos dejar atrás los falsos mitos de ‘ Se está haciendo el fuerte’ o ‘Se hace la estrecha’. Además de tener  sesgos negativos y constituir estereotipos de género, no son nada eficientes a la hora de crear una relación afectiva sana y estable.

 

•       Deberíamos estar con alguien que sabemos que no está enamorado de nosotros? Aunque nos lo diga claramente y sólo sea un rollo? O corremos el riesgo de crearnos falsas expectativas y sufrir?

Las expectativas irreales creadas en nuestras mentes, en esta etapa del enamoramiento, nos hacen caer en la ilusión de creer en un cambio radical de opinión;  el amor romántico tal como hoy lo concebimos es una construcción también de la literatura y el cine; no siempre, en otras épocas, fue así,  ni mucho menos; qué ocurre, pues que a menudo en estas creaciones literarias o cinematográficas -y en las nuevas ofertas tecnológicas- asistimos a un vuelco, normalmente al final de la obra, que emite el mensaje de todo es posible, aún en medio del mayor drama, y la realidad es otra cosa. La ficción supera la realidad pero en el amor no sucede que vuelcos inimaginables sean lo más habitual en la vida diaria; de hecho es lo menos frecuente, por no decir que es casi inexistente.

El dolor es inevitable ante noticias que no son de nuestro agrado. Sin embargo el sufrimiento es opcional. Empeñarse en una relación donde una persona te expresa claramente que no está enamorada es lo más parecido a conducir con los ojos vendados. Sabes qué acabará la historia con trágico final -o al menos nada agradable- pero no cómo.

Aunque veamos parejas en la que identificamos que una persona no está enamorada, posiblemente se trate de una relación por otros intereses -no necesariamente criticables, claro, e incluso perfectamente dignos- o se  haya creado un vínculo desde la dependencia emocional. Si existe este elemento de dependencia, no hay amor, hay una obsesión subida a un vagón descarrilado de carencias afectivas-emocionales, baja autoestima, falta de confianza, miedos, conformismo o patrones tóxicos relacionales.

 

•       Por qué nos afecta tanto que nos digan que no se han enamorado de nosotros? Cuánto tiene esto que ver con la autoestima o la confianza en uno mismo?

A las personas que les traumatiza un hecho de esta índole, en su mayoría,  denotan una autoestima baja, un desajuste en su  amor propio, poca capacidad de gestionar malas noticias y una baja tolerancia a fracasos afectivos. Claro que no podemos gustarle a todo el mundo. Frecuentemente observamos cómo vivimos en una sociedad con poca resistencia frente a pérdidas afectivas, con pocas estrategias de resiliencia y difuminadas líneas de comprensión sobre los sentimientos ajenos. El tema primordial en mi consulta privada y en el chat médico (Mediquo) son los desamores, cómo recuperar a mi ex pareja, cómo puedo gustar más, el no me siento deseada, las relaciones tóxicas... todo en un marco de talleres para fomentar el deseo, el buen amor, técnicas de seducción... que culminan en 1001 –millones- de libros de autoayuda sobre el amor y las relaciones de pareja. Es el ‘temazo’  de las relaciones humanas,  capaz de quitarnos el sueño, las ganas de comer y la motivación por trabajar.

Como dijo Alain: "Coloca las cosas a la distancia que merecen".

 

•       Puede darnos algunas pautas o consejos para admitir, cuando tú estás enamorada, que el otro no te quiere y poder superarlo?

Si nos valoramos, amamos y cuidamos a nosotras mismas como las primeras protagonistas de nuestra historia desde un principio, es decir, no esperando  a que nos rompan el corazón para darnos cuenta  de que somos suficientemente merecedoras de amor, aunque a veces no sea correspondido, nos ahorraríamos muchos dramas y disgustos. ¡Aún así el dolor y tristeza son necesarios! No podemos eludir las emociones. Aceptemos que somos seres navegando en mares de emociones, sentimientos y pensamientos. Aprendamos a gestionar y tolerar los fracasos y las situaciones vividas como desagradables. Casi toda experiencia finalmente es un éxito a nivel vivencial y experiencial, si se maneja adecuadamente.

Practiquemos la empatía, la escucha activa, la comprensión, la aceptación de diferentes puntos de vista. Dejemos un egoísmo sordo y ciego de lado y seamos tolerantes con aquello que no concuerde con nuestras pretensiones, aunque nos duela.  Sin embargo, si no tenemos una buena y sólida base de autoestima, amor propio y confianza, da igual que te den las mejores pautas para sobrellevar las malas noticias. La alternativa empieza por la aceptación de que no a todo el mundo le vamos a gustar ni vamos a enamorar eternamente en todos los casos. La vida puede ser a veces una comedia, pero eso no impide vivirla con seriedad (y alegría).

Entrevista realizada para Elle Magazine España

https://www.elle.com/es/living/pareja-sexo/a22819426/como-aceptar-que-el-no-se-ha-enamorado/

Amor Vs Necesidad (Parte I)

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¿Sabemos diferenciar elegir a nuestra pareja desde el amor frente a la necesidad? ¿Sabrías reconocer desde qué lugar estas escogiendo? Cuando empiezas una relación, ¿ buscas una pareja con la cuál compartir o en cambio buscas alguien que “llene tu vacío”?

 

Hemos pasado de un extremo a otro en cuestión de relaciones. O se evita/huye del mix de emociones y sentimientos a forzar “compromisos” evocados al fracaso.

 

Debemos aprender a ser honestxs y dejar de cubrir nuestras carencias emocionales con quién tenemos enfrente. Una y otra vez se puede observar en las relaciones de pareja como se crea un vínculo desde la carencia y la necesidad. Esto suele ocurrir por no hacer un trabajo personal de introspección. Por no dejar de mirar la relación con mamá y papá. Por ser niñxs heridxs con disfraz de adultx.

 

Nosotroxs mismxs somos responsables de cómo y desde dónde elegimos a nuestra pareja. Lo fructífero es elegir desde el amor y no la necesidad  creada en los primeros años de vida. Años en los cuales se crean un estilo de apego con mamá y papá. Si este estilo de apego no es seguro ni adecuado acabaremos proyectando todas las carencias y necesidades en las futuras relaciones de pareja.

 

Nuestra primera relación de amor es con papá y mamá, ¿te has parado a reflexionar cómo nos puede afectar en nuestro futuro emocional y afectivo?. Todo lo que aprendemos, recibimos y observamos más lo que no, nos construye. Esto no quiere decir que no se pueda transformar hacia un camino más sano. La clave es ser conscientes de nuestro pasado. Adaptando, transformando, reprogramando y reaprendiendo aquello que nos hará libres de las heridas de la infancia y adolescencia.

 

No podemos pretender meter una figura circular en el espacio del cuadrado.

No podemos querer cambiar a quien elegimos por la idealización de pareja que queremos.

No podemos pedir aquello que no nos pueden dar.

No podemos hacer responsable a la pareja de aquello que pasó con papá y mamá.

Amor Romántico (1º parte)

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El amor romántico es aquel concepto de amor que nos han vendido e inculcado. El cuál está repleto de mitos y falsas creencias.  A lo largo de los tiempos hemos podido comprobar cómo ha podido afectar negativamente dichas creencias en las relaciones de pareja, además en nuestra manera de ver el amor. En su mayoría ha sido la base de creación de relaciones de dependencia y abandono de la propia autonomía personal.

 

A continuación os dejo los principales mitos sobre el amor romántico definidos por Yela (2000),:

 

   - Mito de la media naranja: es la creencia de que hemos elegido la pareja que teníamos predestinada de alguna forma, y que ha sido la única o la mejor elección posible.

    -  Mito de la exclusividad: creencia de que el amor romántico sólo puede sentirse por una única persona (al mismo tiempo).

    -  Mito del matrimonio o convivencia: creencia de que el amor romántico-pasional debe conducir a la unión estable de la pareja, y constituirse en la única base del matrimonio (o de la convivencia en pareja).                    

      -  Mito de la omnipotencia: creencia de que “el amor lo puede todo” y, por tanto, si hay verdadero amor no deben influir decisivamente los obstáculos externos o internos sobre la pareja.

    -  Mito de la perdurabilidad (o de la pasión eterna): creencia de que el amor romántico y pasional de los primeros meses puede y debe perdurar tras miles de días de convivencia.

    -  Mito de la fidelidad: creencia de que todos los deseos pasionales, románticos y eróticos, deben satisfacerse exclusivamente con una única persona.  Es decir, no poder ver pornografía, leer novela erótica o fantasear. Incluso no ser aceptable las relaciones fuera de la monogamía convencional.

    -  Mito del libre albedrío: creer que nuestros sentimientos amorosos son absolutamente íntimos y no están influidos por factores sociobiológico-culturales ajenos a nuestra voluntad y conciencia.

    -  Mito de la equivalencia: creencia de que “amor” y “enamoramiento” son equivalentes, y por tanto, que si uno deja de estar apasionadamente enamorado es que ya no ama a su pareja.

    -  Mito del emparejamiento: creencia de que la pareja es algo natural y universal, por lo que en todas las épocas y culturas el ser humano ha tendido por naturaleza a emparejarse.  Si no estás en pareja es porque no estás en el camino adecuado.

    -  Mito de los celos: creencia de que los celos son un signo de amor e incluso requisito indispensable del “verdadero amor”.

Dicho esto no quiere decir que si vives con estos mitos no se puede hacer nada al respecto. Lo ideal es reconocer y aceptar cómo te están afectando o influyendo en tus vivencias afectivas. A partir de ahí trabajar en redefinir el concepto de amor y de relaciones afectivas. Si se quiere puede haber una transformación hacia un camino más sano, agradable y de fluidez con libertad y no opresión

4 Aspectos básicos en una relación sana de pareja

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Crear y mantener una relación sana de pareja tenemos que tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales para conseguir un bienestar y equilibrio para ambos miembros.  También podemos considerarlos como claves de éxito al conducirnos hacia un resultado positivo. Aquellas personas que tienen en consideración dichos aspectos afirman tener relaciones más satisfactorias.

 

AMOR PROPIO. Dignidad y respeto por unx mismx, al igual que hacia otra persona. Mostrar apoyo, afecto y valorar opiniones.

 

ACEPTACIÓN DE LAS DIFERENCIAS. Compatibilidad –valores, creencias potenciadoras, estilos de vida…- teniendo en cuenta y aceptando las diferencias individuales de cada miembro de la pareja.

 

NEGOCIACIÓN. Solución conjunta aceptando cambios desde la asertividad. Realizando mutuos acuerdos sobre decisiones que afecten a la pareja. Planes diarios, vacaciones, menú para cenar, proyectos laborales (en el caso de posibilidad de carrera internacional), festividades navideñas…

 

RESPONSABILIDADES COMPARTIDAS. Con o sin convivencia física debe haber una responsabilidad individual de los actos, sentimientos y pensamientos. En el caso de convivir, la gestión doméstica y económica. Y si hubiera hijxs añadir el modelo de crianza y su propia gestión.

 

Por supuesto no hay que olvidar estar abierto al amor para poder gestionar cada uno de los factores anteriores. Además de ser consciente en qué etapa vital nos encontramos. Si estamos realmente disponibles o no. En qué circulo nos movemos para poder acercarnos a personas disponibles y que quieran lo mismo que nosotrxs.

 

CUANDO EL CEPILLO DE DIENTES ENTRA POR LA PUERTA, EL AMOR SALE POR LA VENTANA.

Sensación de que todo ES y SERÁ perfecto. Pensamientos de YA es el momento. Suenan campanas en el mundo idílico, solo estáis vosotros. Quizás la mascota de alguno de los dos también se apunte a la aventura.

Paquetes, cajas y maletas. Dejar atrás una historia, una etapa para comenzar otra nueva. Encaminarte hacia otra estancia y no a solas. Camino cargado con vuestras mejores ideas, sueños, energías y expectativas. Dejáis atrás viejos recuerdos haciendo hueco a los nuevos.

Motivación, ilusión y ganas son los recursos que cargáis en vuestros macutos para la nueva etapa vital.

Abandonáis el piso de solteros, de compañeros desconocidos o incluso, la casa de vuestros padres para ir a vuestro “nido de amor”. O quizás salís de otro. O ya vivíais solos.

Novatos o expertos en convivencia se mezclan en cuatro paredes llenas de pasión. Paredes que se pintan con vuestros mejores propósitos.

Pasan los días, las semanas y los meses y de repente sin saber porqué, nacen los conflictos y las discusiones. Desacuerdos y no tan acuerdos. Problemas por quién hace más o menos tareas en casa, quién es el ordenado o desordenado. Quién manda o quién es arrastrado por la pasividad de no hacer nada, y así, una larga lista que cada pareja podrá continuar con sus propias experiencias y vivencias.

¿Se fue el amor? No. Pero si se cometió un ‘error’. ¿Quién de vosotros antes de irse a vivir con su pareja plantea o expone como es en casa? ¿Cuáles son vuestras leyes o normas no escritas a la hora de vivir en casa? Fuera del romanticismo y el mundo perfecto de los enamorados hay que ser realistas y la mayoría de las parejas se lanzan a la aventura de convivir a ciegas. Sin saber como es la otra persona en su propio “habitat”.

Se ahorrarían muchos conflictos, problemas y discusiones si diéramos el primer paso, HABLAR SOBRE LA FUTURA CONVIVENCIA; Qué nos gusta y nos disgusta, cómo suele ser nuestra rutina en casa, nuestras propias leyes o normas no escritas, etc. La finalidad es poder tener una convivencia con más armonía y menos problemas.

Tampoco quiere decir que todas las parejas pasen por esto pero sí la mayoría. Unas se hacen mas fuertes porque aprenden a gestionar y complementarse como pareja. En cambio otras entran en la guerra de ‘quién puede más’ y en vez de formar equipo y crecer siguen la dinámica de competir y luchar.

 

Porque cuando el cepillo de dientes entra por la puerta, el amor sale por la ventana. Y para que éste amor no se lance al vacío hay que cuidarlo, comprometerse y sobretodo, negociar y llegar a acuerdos que sean beneficiosos para ambos. 

Te quiero VS Te amo

Te amo

Ti amo

I love you

Je t’aime

Ich liebe dich

Te quiero, te amo, te deseo, te adoro…. Ninguna de estas palabras son iguales aunque vayan en la misma línea. La línea de mostrar afecto por otra persona. ¿Piensas que ‘querer’ y ‘amar’ es lo mismo? O, ¿una es más fuerte y poderosa que otra?.

La diferencia es la connotación inconsciente, o no tan consciente, de estos verbos. Querer es acción, es poseer, es dependencia, es no ser libre. Te quiero conmigo; te quiero para mi; te quiero aquí y ahora; te quiero para siempre… Aunque decimos te quiero a nuestros padres, amigos/as o parejas, hay que ser conscientes de la realidad que proyecta esta frase. Siempre creímos que demostraba el amor real y sincero mientras que la cara oculta es, dependencia y posesiónde la persona a quién va dirigida. Sobretodo si nos referimos al contexto de las relaciones de pareja. Te quiero es agarrar a alguien y posicionar lo donde uno desea encarcelando en nuestra propiedad sentimental. Demostrando las posibles carencias afectivas que tuvimos en nuestras infancia, sobretodo en los primeros cinco años de vida. Los cuales son los mas importantes y relevantes a la hora de mantener cualquier tipo de relación con otras personas.

En cambio amar proviene directamente del amor, del sentimiento del corazón, y para muchos, del alma. Proyección directa sin juicios, con libertad. Amar es aceptar a la otra persona con sus virtudes y defectos, con sus más y sus menos. Amar es dejar libertad a la otra persona, no arrinconarlos con nuestros traumas y no priorizar lo. “Primero me amo a mí. Después te amo a ti.” Amar es un amor incondicional respetando cualquier aspecto, sin anteponer ni proyectar nuestras dificultades. Ni haciendo responsable a la otra persona de lo que deseamos que nos de. Amar es no tener expectativas idealizadas de lo que tiene que ser y lo que no.